En una sesión ambulatoria de 5-10 min, el especialista deposita el relleno a lo largo del ángulo y rama mandibular para proyectar y tensar la zona, equilibrando la proporción facial.

El procedimiento suele realizarse sin anestesia (puede aplicarse crema tópica opcional) y permite volver a la rutina al instante, evitando presiones intensas las primeras 24 h.

El efecto es visible al momento y se mantiene entre 12 y 18 meses, con posibilidad de retoque según la evolución individual.

Define y perfila la línea mandibular, afinando el óvalo facial.

Aporta soporte estructural y mejora la transición cuello-mentón.

Resultado natural, simétrico y reversible sin cirugía.

Procedimiento rápido, mínimamente invasivo y sin baja social.

Desde 500 €