El dispositivo genera un miniarco eléctrico que ioniza el aire y crea microlesiones controladas del tamaño de una cabeza de alfiler sobre el párpado superior o inferior.

El calor provoca la retracción inmediata del tejido y estimula la regeneración de colágeno/elastina.

La sesión es ambulatoria (≈ 30 min); forma microcostras que se desprenden en 7-10 días, dejando una piel sonrosada que normaliza su tono con fotoprotección estricta. En la mayoría de los casos basta 1 sesión; si el exceso cutáneo es grande, puede repetirse al cabo de 3 meses.

No requiere anestesia general ni baja social (solo evitar sol y maquillaje hasta que caigan las costras).

Elimina exceso de piel del párpado superior y bolsas sin cirugía.

Abre la mirada, reduciendo aspecto cansado y envejecido.

Suaviza arrugas perioculares (“patas de gallo”) y líneas de deshidratación.

Resultados visibles desde la primera sesión y duraderos.

Procedimiento seguro, preciso y con recuperación rápida.

Desde 500€