La técnica blanching consiste en infiltrar, con una aguja ultrafina, pequeñas gotas de ácido hialurónico en la capa más superficial de la dermis, justo en la hendidura de la arruga.

Al ser tan localizado, evita abultamientos o sobrecorrecciones y difumina líneas de expresión causadas por pérdida de humedad y colágeno.

Es un procedimiento ambulatorio, prácticamente indoloro y de resultado inmediato; se aplica en patas de gallo, pliegues nasolabiales, líneas de marioneta, entrecejo y cualquier arruga fina del rostro, dejando la piel visiblemente más lisa e hidratada.

Suaviza arrugas finas sin afectar la movilidad facial.

Aporta hidratación superficial y mejora la luminosidad.

Resultado natural e inmediato, sin exceso de volumen.

Procedimiento rápido, mínimamente invasivo y con mínima molestia.

Desde 300 €